Festival Internacional de Cine

Durante el mes de noviembre se puede asistir al Festival Internacional de Cine, conocido también como FICVIÑA. Esta competencia que enmarca a todos los países hispanoparlantes, rescata, desde 1990, una tradición surgida espontáneamente en la ciudad en los años 60’. Hoy abre sus puertas a un público que siente debilidad por el trabajo independiente, llenando por completo salas de cine y de otros espacios en que se organizan diversas actividades y programas paralelos al Festival.

Desde 1990 que el Festival Internacional de Cine de Viña del Mar erigió este evento competitivo recordando lo que alguna vez fue el Festival del Cine Club de Viña del Mar, el cual, a través de los propios habitantes de la ciudad, se formó en 1967 en el Cine Arte, con la intención de conocer y conversar sobre nuevas producciones cinematrográficas.

En el equipo fundacional de esta actividad cultural viñamarina destacan el liderazgo del médico y cineasta Aldo Francia, que junto a Guillermo Aguayo y su esposa la periodista Luisa Ferrari, el periodista Orlando Walter Muñoz, el arquitecto Alfredo Vargas Stoller, y muchas otras personas comprometidas con el cine y la televisión, dieron vida a los primeros festivales de cine.

En las décadas del ’70 y ’80 el Festival se interrumpió, para retomar su desarrollo anual con la intención de fortalecer los lazos entre la producción cinematográfica, gestores, artistas, dramaturgos, creadores y el público en general.

Hoy, la competencia de este festival se sustenta del apoyo de países Iberoamericanos, siendo éstos mismos los primeros en la lista de nuevas producciones en cartelera. Esto permite que el encuentro de cineastas funcione como una ventana de soporte para todos aquellos artistas audiovisuales que desean participar y formar una carrera sólida y fructífera. Además de esto, producen y auspician la Ilustre Municipalidad de Viña del Mar, también la Universidad de Valparaíso, con el apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, PROCHILE, Universidades regionales y el Concejo de Calificación Cinematográfica.

FICVIÑA, como suele llamarse, apoya al artista más independiente, sea actor, director, productor o técnico cinematográfico, incentivándolo a mostrar sus obras en este festival. Formar parte de este proyecto como concursante no sólo implica ganar un premio, es más que eso: estar dentro de este festival es revivir la historia de lo que alguna vez se formó entre 1967 y 1969: la corriente llamada Nuevo Cine Latinoamericano donde se encuentra la influencia del Cinema Novo de Brasil, el carácter político de los trabajos cubanos e, incluso, la influencia del Nuevo Cine chileno, el cual tiene como uno de los principales exponentes al fallecido director Raúl Ruiz.

Asisitr a estos cinco días de festival realmente promete vivir experiencias únicas con obras singulares y que, quizás, hagan historia tal y como lo hicieron los primeros encuentros de cineastas jóvenes.