Turismo

ZONAS TURÍSTICAS

Reloj de Flores

Según la Ilustre Municipalidad de Viña del Mar, el Reloj de Flores constituye el lugar más visitado por los turistas. Una de las razones más emblemáticas sería la creencia de que al fotografiarse con el reloj habría una mayor probabilidad de volver a visitar la ciudad. Creado en el año 1962, este reloj de maquinaria suiza, da la hora exacta. Su mantención se reduce al regadío de las hermosas flores que forman los números y fondo del reloj. Esta construcción floral se encuentra a los pies del cerro Castillo, lo cual otorga la posibilidad a sus visitantes de admirar la precisión y belleza primaveral del reloj tanto de frente como en una hermosa perspectiva aérea.

Fue el 15 de mayo de 1962 cuando se dio comienzo al mundial de fútbol teniendo como anfitrión a Chile. Ese mismo día, a los pies del cerro Castillo y frente a la playa Caleta Abarca, las manecillas del Reloj Floral comenzaron a girar por primera vez, en honor a tan especial evento, especialmente para saludar a las delegaciones de Brasil,  Checoslovaquia, España y México, que jugaban en el Estadio El Tranque (después llamado Sausalito).

En ese entonces la empresa Favag, de la ciudad Neuchatel, en Suiza, construyó dos punteros de bronce de más de 3 metros cada uno, más un control eléctrico accionado por pesas para el continuo trabajo del reloj de Viña del Mar. Además de esto, se reunieron cerca de doscientas flores coloridas de no más de 10 centímetros de largo para formar los números del 1 al 12 junto con el fondo de éstas, las cuales forjarían un bello contraste que serviría para mirar la hora desde grandes distancias.

Hoy en día el sistema del reloj se ha modernizado formidablemente, prescindiendo de la ayuda de una persona que ajuste sus manecillas en los cambios de hora, por ejemplo. Hoy, el reloj se encuentra sincronizado con el sistema de satélites de posicionamiento global (GPS), actualizándose así de manera automática, dando la hora exacta y encendiendo sus luces cuando oscurece.

Como actividad complementaria a la admiración del reloj, la ciudad ofrece paseos en coches victorianos, objetos que forman parte del patrimonio cultural de Viña del Mar, por sitios como castillos y palacios, los que se encargan de hacer del trayecto un viaje al lujoso pasado que la familia Vergara y otros célebres vecinos construyeron.

De marca suiza D’Harloges, el Reloj Floral inspirado en el de la ciudad de Ginebra no deja de impresionar a los turistas por su belleza y precisión. La parada en esta zona se hace obligatoria frente a la creencia de que si se conoce y se fotografía con el reloj, el regreso a Viña del Mar es casi una certeza. Los sábados en la noche es común ver a parejas recién casadas haciendo hermosas fotografías junto al reloj. Sin lugar a dudas, esta obra resulta una verdadera armonía entre precisión mecánica y naturaleza.

 

Plano Ubicación


 

 

Galería de imágenes