Muelle Vergara
Obra de la firma de los señores Lever y Murphy, se comenzó a construir en 1892 y se mantuvo operativo hasta mediados del siglo XX. El muelle Vergara se construyó con la autorización de don Salvador Vergara Álvarez, hijo del fundador de la ciudad don José Francisco Vergara. Por su interés y valor histórico en el año 2000 la Ilustre Municipalidad de Viña del Mar lo declaró Edificio Histórico. En estos momentos funciona únicamente como atracción turística, rodeado de tiendas de artesanía, aunque todavía se puede apreciar a un costado del muelle la antigua grúa que permitió en esos tiempos que la industria surgiera en la ciudad de Viña del Mar.
El interés comercial de esta obra tiene sus inicios gracias a la Compañía de Refinería de Azúcar de Viña del Mar. En ese entonces resultaba vital para la empresa el uso del carbón, materia prima que podía llegar a la ciudad sólo por vía marítima. Una línea férrea cruzaba a través de la Población Vergara hasta un puente de hierro y hormigón que permitía atravesar el Estero Marga - Marga para llegar hasta la refinería azucarera. Al ser instalado el muelle y su grúa, este pedazo de costa se fue convirtiendo en un centro de compra y venta reconocido por todos los viñamarinos.
En 1983 al convertirse en paseo peatonal, algunos comerciantes edificaron locales de artesanía y otros objetos con la intención de mantener ese espacio comercial, a pesar de que el muelle y su función de trasladar materiales ya habían sido dados de baja.
Las autoridades de la ciudad, al ver que el antiguo muelle se iba transformando de a poco en un paseo casi obligado por los turistas que pasaban por Viña del Mar, decidieron remodelarlo, incorporando stands de artesanía y otros productos. El envejecimiento de la estructura metálica obligó a cerrar el tránsito peatonal y los proyectos turísticos, a la espera de encontrar el financiamiento necesario para su recuperación.
La ubicación del Muelle Vergara lo convierte en un eje emblemático alrededor del cual se pueden encontrar varios centros gastronómicos, pubs, bares y cafeterías. Las calles que lo rodean poseen ciclovías y circuitos deportivos. Hoteles y otras clases de alojamientos también se encuentran a pocos metros del lugar, otorgando una exclusiva vista al mar y al muelle.
Hoy, su destino se encuentra en compás de espera a la búsqueda de recursos que permitan su recuperación, pero su perfil es un verdadero emblema turístico de la identidad del balneario ante el mundo.
Plano Ubicación
