El Parque Borde Costero es un paseo, de alrededor de 15.000 metros cuadrados, que rinde homenaje a la memoria del capitán Alberto Larraguibel, militar y jinete, que en dupla con su caballo “Huaso”, logró en 1949 un récord histórico en la práctica de la equitación. En la categoría de salto alto alcanzó 2,47 metros de imbatible altura en la ciudad de Viña del Mar. Esto motivó a hacer de este nuevo proyecto urbano una vía hecha para la vida sana: ciclovías, senderos para trote, gimnasios al aire libre y una ruta para deleitar la vista con las diferentes paradas que se pueden llevar a cabo en este camino rodeado de edificios históricos, playas y parques.
Creado con la intención de salvar el balneario Las Salinas, este enorme y agradable paseo cubre una gran cantidad de lugares turísticos de la ciudad y al mismo tiempo incentiva a hacer deporte. Hecho por etapas, cada una de ellas millonarias, el Parque Borde Costero recupera un tramo de 1,5 hectáreas que anteriormente no poseían ningún tipo de función recreativa. La totalidad de su costo bordea el millón y medio de dólares.
En el tramo principal del parque, más o menos 200 metros al norte del Muelle Vergara, se encuentra el homenaje al capitán Alberto Larraguibel, deportista de la Araucanía (Angol) que el 5 de febrero de 1949 logró en los jardines de salto del Regimiento Coraceros una hazaña en la historia de la equitación. Son 2,47 metros los que, junto con su caballo “Huaso”, alcanzó esa tarde memorabole, dejando un récord imbatible hasta el día de hoy, debido a que se encuentra prohibido intentarlo nuevamente, a causa de que su altura implica un riesgo demasiado grande. Este hecho es orgullo para los viñamarinos y los motiva para asumir el ejercicio orientado a una vida más sana.
El paseo comienza cerca del Reloj de Flores, para luego continuar en el Castillo Ross, el Castillo Wulff, el Palacio Presidencial y el Castillo Brunet (ambos en el alto del Cerro Castillo), el Casino Municipal, la plaza Colombia, el Muelle Vergara, el Paseo San Martín, el Museo de los Cañones, para extenderse al balneario Las Salinas y seguir hacia Reñaca, hasta concluir en la playa y mirador Cochoa. Es un tramo largo, pero muy agradable, en el que se puede hacer una parada para visitar los castillos, museos o palacios, además de disfrutar de alguna de las playas y así retornar en la caminata, trote o ciclovía. En este circuito hay venta de artesanía, objetos para recuerdos y otros productos, junto con variados locales que mantienen atractivas ofertas gastronómicas. Definitivamente, el Parque Borde Costero está hecho no sólo para los ciudadanos de Viña del Mar, sino también para cualquier visitante que se interese por el deporte y caminatas cerca del mar.