Como parte del proyecto “Rutas patrimoniales” organizado por la Ilustre Municipalidad de Viña del Mar, el mirador Jorge Alessandri forma parte del primer escenario de una serie de patrimonios que permanecen en el Cerro Castillo, algunos, de hace más de cien años. Literalmente arriba del famoso Reloj de Flores, este mirador ofrece una vista definida a la Playa Caleta Abarca, además de la Avenida España, Avenida Marina y la parte más antigua del cerro Recreo.
Entre las calles Balmaceda y Murphy destaca una agradable zona de recreación con áreas verdes y atractivas bancas con vista hacia Playa Caleta Abarca. Este lugar, llamado Mirador Jorge Alessandri, además del monumento al ex presidente de Chile, funciona también como escenario patrimonial de una larga seguidilla de edificios que embellecen el cerro, alguno de ellos son el Castillo Brunet, la casa Prat, la casa Mackay, la casa Consigliere, la casa Zabala, la casa Álvarez y la casa Crovetto, además de la Parroquia Nuestra Señora Inmaculada Concepción, el edificio Rocablanca y el Palacio Presidencial.
Para llegar a este mirador se puede utilizar el automóvil o subir por una de las dos escaleras que rodean el Reloj de Flores ubicado a los pies del Cerro Castillo. Mientras se recorre el cerro es posible admirar la gran variedad de arbustos y árboles nativos de Chile, los que llenan el paseo de un aire fresco y reponedor. Una vez arriba del cerro se halla este mirador, siempre bien mantenido y adornado de flores y enredaderas. En el centro del lugar permanece el monumento a Jorge Alessandri Rodríguez, ex presidente de la república, al lado izquierdo de éste se puede observar también un grabado que recuerda a Jaime Guzmán Errázuriz, discípulo político de Jorge Alessandri, además de coautor intelectual de la constitución de 1980.
Es común ver a chicos y grandes paseando por el mirador, sentados en una de las bancas leyendo tranquilamente mientras se escucha el oleaje del mar o jugando con sus mascotas. Este sitio funciona perfectamente como plaza o centro de recreación del Cerro Castillo.
En cuanto a la vista que ofrece, el mirador logra un detallado cuadro que enmarca el borde de Playa Caleta Abarca y parte del recorrido de la Avenida Marina y Avenida España, esto, por supuesto, además del vasto océano que durante el atardecer se torna dorado, entregando de este modo una atmósfera romántica y apacible.