Como uno de los miradores más altos de Viña del Mar, el Mirador “Padre Alberto Hurtado” dispone a sus visitantes una vista única e irrepetible, la cual permite redescubrir la ciudad al dejar en manifiesto lugares ocultos entre bosques y grandes zonas verdes circundantes al Cerro Miraflores. Desde aquí se puede admirar la Laguna Sausalito como en ningún otro sitio, además de una vista totalmente panorámica de la ciudad jardín.
Para llegar a este conmovedor mirador es necesario subir hacia el Cerro Miraflores por la Avenida Padre Hurtado, la cual comienza en la unión de 7 Norte con Los Castaños. Tras pasar el sector del Estadio y el Polideportivo, en un pequeño pero bien estructurado desvío del camino, surge este mirador que se oculta entre el verde paisaje del cerro. Alrededor de un fastuoso bosque que cubre un gran campo de golf, el mirador Padre Alberto Hurtado posee una vista única de Viña del Mar.
Desde este sitio se puede admirar a la perfección la longitud de la Laguna Sausalito, lugar turístico ubicado en el centro de la ciudad. Además de esto, también se puede apreciar el estadio del equipo de fútbol oriundo de Viña del Mar: Everton.
Una de las características del mirador Padre Alberto Hurtado es el ángulo de vista que posee. Su gran altura (casi llegando a la cima del cerro) permite descubrir locaciones que se encuentran ocultas por grandes porciones de bosque. De este modo, encontrarse observando la ciudad desde este punto parece ser un verdadero privilegio. Desde acá se aprecia buena parte de Viña del Mar; desde sus playas hasta los montes y cerros aledaños, dejando ver lo grande y poblada que es esta ciudad. En el atardecer las luces comienzan a tomar un protagonismo casi sobrecogedor, haciendo que todo se ilumine y forme un verdadero valle de colores y brillo.
Inaugurado en 1994, este mirador posee diferentes alturas, todas con una vista espectacular. Turistas y fotógrafos profesionales suelen deleitarse con esta vista sorprendente, la cual deja sin palabras a todos aquellos que visitan Viña del Mar por primera vez. Actualmente, la Universidad Adolfo Ibáñez con su estupenda arquitectura actual y el Colegio de los Sagrados Corazones de Viña del Mar son la culminación al paseo por este sector tradicional pero también muy renovado de la ciudad.